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Buenos días. De nuevo con ustedes en este maravilloso programa de entrevistas donde nos dedicamos a recorrer las calles de la ciudad para descubrir a sus personajes y charlar un rato con ellos.
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Hoy estamos en una de las plazas más bonitas del mundo donde acabamos de descubrir a un personaje que parece muy importante.
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Su nombre es Juan Bravo. En Segovia es considerado un héroe.
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Vamos a conocer algo más de él.
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Buenos días.
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Buenos días.
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Perdone que empiece con una pregunta tan poco discreta. Pero es que me llama la atención que le hayan hecho a usted una estatua habiendo perdido una guerra. Normalmente las estatuas se dedican a los vencedores.
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Perdí una guerra…¡y la cabeza!, que me dolió más. Efectivamente, perdí la guerra de las Comunidades. Pero es que me enfrenté a Carlos V que tenía un ejército…
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Ya, pero hacerle por eso una estatua…
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Has de saber que en Castilla no olvidamos nunca que hicimos una guerra por defender nuestros derechos. Por eso, aunque la perdí, mis paisanos me dedicaron esta estatua y la colocaron aquí.
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En una plaza preciosa, por cierto.
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La más bonita, desde luego.
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Si curioso es que hicieran una estatua a un perdedor, no menos curioso resulta lo del nombre de esta plaza. No tiene un nombre, no; hasta tres nombres he oído que le llamaban.
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Así es. Unos le nombran Plaza de Medina del Campo. Es la manera que la ciudad de Segovia tuvo de agradecer a Medina que durante la guerra no le diese al rey sus cañones para que éste pudiese destruir Segovia. Eso les costó que Carlos V arrasase Medina.
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¿Y Plaza de S. Martín?
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Ese nombre está claro. La iglesia que veis a mi derecha se llama así. ¿Es bonita, eh? ¡Qué ábsides y qué atrio! Y de la torre mudéjar, ¿qué me decís? Es una de las iglesias románicas más bonitas de la ciudad.
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El otro nombre que he escuchado yo es el de Plaza de las Sirenas. ¿A qué se debe ese nombre?
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Esta plaza está llena de sirenas. Si os acercáis al atrio de la iglesia podréis ver en alguno de sus capiteles las figuras de sirenas propias de la mitología griega: cabeza de mujer con cuerpo de ave.
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¡Qué curioso!
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Y estás amigas que me acompañan aquí a mis pies, son otras sirenas.
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Parecen esfinges.
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Es cierto, pero son sirenas. Así las llaman todos los segovianos. Y os diré una cosa: raro es el niño (y alguno no tan niño) que alguna vez no se ha sentado en ellas.
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¡Interesante!
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Y claro, no podían faltar las que todo el mundo conoce, las sirenas con cabeza de mujer y cuerpo de pez. Podéis verlas sobre una de las fachadas que están frente a mí.
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Muy bien. Pero a mí me gustaría saber algún detalle más personal de Juan Bravo. Por ejemplo, de todo lo que hay en esta plaza, ¿qué es lo que más le gusta a usted?
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Te diría que todo. Aquí nada sobra. Me gusta la calle que está a mis pies. La Calle Real. El lugar por donde los segovianos pasean arriba y abajo, desde el Acueducto a la Catedral y al revés, charlando con sus amigos, disfrutando de la luz de Segovia.
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¿Alguna cosa más?
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La casa que tengo enfrente, la Casa del Siglo XV; el Torreón de Lozoya, ese que está a mi izquierda, un poco más arriba. No sé qué elegir. Me quedó con toda la plaza. Nada sobra en ella.
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¿Qué son esas galerías que hay en lo alto de algunas de las casas? ¿Desde ahí atacan y defienden la plaza?
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¡No! Se trata de galerías que los comerciantes de Segovia construyeron para secar la lana. Se trata de secaderos. ¡Es que nuestros paños tenían denominación de origen!
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Se nos acaba el tiempo y no podemos hacerle todas las preguntas que quisiéramos. Pero antes de terminar, déjeme hacerle las dos últimas.
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Las que quiera.
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Son curiosidades mías. ¿Cuál es su color favorito?
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El morado, desde luego.
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¿Por alguna razón?
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Ese era el color de mi pendón, el que llevaba en la batalla de Villalar. ¡Qué pena que esta estatua de bronce no está coloreada!
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Y la última. ¿Le gusta la música? ¿Tiene algún grupo favorito?
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Aunque parezca presumido por mi parte, le diré que hay un disco precioso que cuenta toda nuestra historia. Se llama “Los Comuneros”. Le aseguro que si lo escucha, se le pondrán los pelos de punta. Lo hicieron hace unos años unos chicos muy majetes que formaron un grupo: Nuevo Mester de Juglaría. Escúchelo. Le gustará.
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Muy bien. El tiempo se ha acabado. Darle las gracias a Juan Bravo y a estos amables periodistas por su conversación, y a ustedes invitarles a visitar esta ciudad. No se la pierdan.